Tras el Transporter, el Caddy y el Amarok, el Crafter completa la renovación total de la gama de vehículos comerciales de Volkswagen. Y no es para menos, porque la furgoneta alemana ya no está emparejada con la Mercedes Sprinter y ahora vuela con sus propias alas. Un nuevo estatus que conlleva muchos cambios.
Según la dirección de Volkswagen, la separación de Mercedes sólo puede ser beneficiosa. Se desarrollan varios puntos. El diseño del nuevo Crafter se basa únicamente en los conocimientos de sus propios ingenieros. No hubo que hacer concesiones. El volumen de producción no estará dictado por nadie más y se dedicará por completo a una furgoneta en lugar de dos. Finalmente, el último beneficio de este avance es que la red de ventas de VW podrá atraer a una clientela más exigente que se inclinaba por la Sprinter.
La nueva generación del Crafter está ahora disponible con tracción trasera, delantera y a las cuatro ruedas bajo la denominación 4-Motion. Con estos diferentes sistemas de accionamiento, todos los clientes deberían estar satisfechos. Como recordatorio, una furgoneta de tracción delantera está pensada para profesionales que no necesitan un peso bruto elevado. La versión de tracción trasera, en cambio, es adecuada para los comerciantes que realizan operaciones de transporte exigentes y pesadas. Además, el radio de giro más estrecho facilita las maniobras. La tracción a las cuatro ruedas optimiza la seguridad en carreteras resbaladizas y, sobre todo, permite a los trabajadores de la construcción y a los leñadores llegar a sus lugares de trabajo con facilidad.
La última innovación técnica que incorpora el Crafter es la caja de cambios automática de 8 velocidades (no disponible en el 4Motion). Ampliamente democratizado entre los vehículos privados, este elemento aún no ha alterado los hábitos de los profesionales, pero esta caja de cambios se convertirá muy pronto en imprescindible.
Bajo el capó, Volkswagen ha implementado sus bloques diésel en diferentes potencias según la transmisión. El 2.0 TDI con 102, 140 y 177 CV (BiTDI) está disponible para los modelos de tracción delantera. Los modelos de tracción trasera tienen 122 y 177 CV (sólo con ruedas gemelas) y 140 CV. Las furgonetas con tracción total tienen 140 y 177 CV. Por último, la furgoneta está disponible en varios tamaños y configuraciones. Y aquí Volkswagen se ha permitido un poco de fantasía. En el léxico de los vehículos comerciales ligeros (VCL), las longitudes se denominan L1, L2, L3 y las alturas H1, H2, H3, H4. Pero en el Crafter, no hay L1 ni L2. Ante nuestra perplejidad, los ingenieros nos explicaron que estaban reservados para el Transporter con el fin de armonizar la gama. El L3 del Crafter corresponde, por tanto, a un L1 de Renault, Opel o Mercedes. Por tanto, los profesionales no deben sorprenderse de ver una gama de furgonetas compuesta por L3H2 (10 m3), L3H3 (11,3), L4H3 (14,3), L4H4 (15,8), L5H3 (16,2) y L5H4 (18). La longitud de la carga en la célula de carga puede ampliarse hasta 4,86 m. La carga puede asegurarse mediante anillas en el suelo. Las aberturas permiten la carga de europalets. El acceso se ve facilitado por un umbral de carga bajo y asideros en las puertas traseras y en la puerta lateral corredera.
Además de las furgonetas, el Crafter también está disponible en cabina simple o doble L3, cabina simple o doble L4 y cabina simple L5. La longitud máxima de la carga en el volquete es de 4,70 m.
A diferencia de la generación anterior, el nuevo Crafter muestra claramente su afiliación a Volkswagen con la típica parrilla rayada. Algunos dicen que el Crafter es sólo un gran transportador y pierde su anterior identidad clara. Pero a Volkswagen no le importa e incluso subraya que esta parrilla permite asimilar los vehículos industriales ligeros con los turismos y, por tanto, pertenecer a una familia grande, bonita y unida.
Una estrategia de marketing que sea defendible y que realmente tome forma al entrar en la cabina. La furgoneta alemana está varios pasos por delante de la competencia. Los ingenieros han conseguido combinar los aspectos prácticos indispensables de la furgoneta con un ambiente casi acogedor. Por ejemplo, el acabado Trendline, que tuvimos para la prueba, ofrecía un gran espacio de almacenamiento superior, que es muy práctico aunque sea un poco alto. En las puertas, unos grandes cubos permiten colocar una botella de agua de 1,5 litros… ¡desgraciadamente inaccesibles con la puerta cerrada! Beber o conducir, tienes que elegir. El salpicadero tiene un espacio suficientemente profundo en la parte superior para almacenar archivos. En definitiva, pocas críticas en el tema del almacenamiento ya que la guantera también se puede cerrar.